El 'gafe amarillo' cambia de color

---

Después de tres partidos empatados de forma consecutiva se presentaba el Real Madrid en el Santiago Bernabéu para medirse al Eibar. Los blancos querían acabar con la mala racha de los compromisos previos, tanto en Liga como en Liga de Campeones. Y es que el equipo venía de empatar ante Villarreal y Las Palmas en Liga y ante el Borussia en Champions. Casualidad, los tres equipos vestían de amarillo.

Todo comenzó ante el Villarreal en el Bernabéu, hace dos semanas. El submarino amarillo rascó un inmerecido empate de Chamartín tras adelantarse en el marcador al borde del descanso desde el punto de penalti. Sergio Ramos, autor de la pena máxima, igualaría la contienda posteriormente. Después de eso, el Madrid mereció ganar aún más en Las Palmas, pero no pudo pasar del empate (2-2). Asensio y Benzema adelantaron por dos veces a los blancos, pero los canarios igualaron en ambas ocasiones, mismo guión que se vivió en Dortmund hace unos días. Los alemanes igualaron por dos veces los goles de Cristiano y Varane.

Esta racha se había llamado fiebre amarilla o gafe amarillo, pero el Real Madrid tenía ganas ya de acabar con esta 'maldición' sumando de una vez por todas tres puntos en el encuentro ante los de Ipurúa. Los de Zidane saltaron al campo para darlo todo pero se han encontrado con que esa mala racha ha cambiado de color.