Ni siquiera ante el Legia consiguió el Real Madrid ponerle el candado a su portería. El flojo equipo polaco dio algo más de guerra de lo esperado por la falta de ímpetu de un Madrid que ganó con el escudo y a fogonazos de calidad de sus estrellas. E incluso los polacos lograron marcar en Chamartín.
Lo hizo Radovic desde los once metros tras un penalti estúpido de Danilo al propio jugador del Legia. Ni con Keylor Navas ni con Kiko Casilla se ha podido evitar que el público madridista vea a su equipo encajando goles, una dinámica peligrosa de cara al futuro, ya que cuando lleguen las eliminatorias en Copa y Champions habrá que mantener el cero.
Celta, Osasuna, Villarreal y Eibar en Liga y Sporting y Legia en Champions han hecho patente que el Real Madrid tiene un problema defensivo.
Zinedine Zidane trabaja para intentar solucionarlo, pero los fallos de concentración e intensidad siguen haciendo mucho daño a las huestes blancas. Hay que mejorar mucho en ese sentido.
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