Jugar en casa siempre ha sido muy importante para el Real Madrid. De hecho, la pasada temporada el equipo se apoyó en sus aficionados para lograr el pase a la Liga de Campeones, siendo el Bernabéu un factor decisivo.
En casa, el cuadro de Zidane fue capaz de voltear el 2-0 de Wolfsburgo y vencer al Manchester City, en cuartos y semifinales de Champions, respectivamente. Los jugadores siempre han reconocido que es un placer jugar al amparo del madridismo y ese placer siempre debe verse reflejado con victorias.
No en vano, al partido de Copa ante el Celta, los blancos llegaban con una serie de 11 victorias y 3 empates en casa en la presente temporada. Una cifra que, sumada al acumulado del pasado curso, nos dice que el Real Madrid llevaba sin perder en casa un total de 22 partidos de forma consecutiva. Sin embargo, la derrota de este miércoles pone de nuevo el contador a cero.
DEJA TU COMENTARIO