Tras el primer tropiezo del Madrid de Zidane, en febrero de 2016 ante el Atlético de Madrid, los blancos se sacaron la espina ganando al Levante por 1-3 en el Ciudad de Valencia. Y lo mismo sucedió después de la derrota en Liga de Campeones ante el Wolfsburgo, ganando 4-0 ante el Eibar al siguiente encuentro.
Sevilla y Barcelona habían sido los últimos equipos que sumieron en una mini crisis al Real Madrid, por tanto, con las derrotas cosechadas en noviembre de 2015 con Rafa Benítez. Desde entonces, cada vez que el equipo blanco había perdido un encuentro, se había reconciliado rápidamente con la afición. Ante el Celta no pudo repetirse en el choque de este miércoles en Copa del Rey. Habrá que esperar al sábado para reencontrarse con la victoria ante el Málaga en Liga.
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