La visita del Málaga al Santiago Bernabéu después de dos derrotas consecutivas debía servir al Real Madrid para recuperar el buen camino y continuar sumando de tres en tres en el campeonato nacional de Liga después del tropezón ante el Sevilla. El equipo malacitano era el mejor rival para volver a esa senda.
Y es que históricamente al Real Madrid se le ha dado siempre muy bien jugar ante equipos andaluces como local. El conjunto madridista había disputado hasta este sábado 218 partidos de Liga en casa ante rivales de dicha comunidad autónoma, con un balance más que positivo del 80'27% de éxito: 175 victorias. Además, había empatado 28 encuentros, casi el doble de los perdidos (15).
Con estos números, el equipo de Zinedine Zidane tenía todo a su favor para conseguir un resultado positivo y devolver al madridismo la confianza que ha depositado en el equipo en los últimos meses. El conjunto malagueño no pudo conseguir nada positivo en Chamartín y el Madrid mantiene su ventaja, a falta de saber lo que hacen sus rivales, con un encuentro aún por disputar.
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