Durante años, el madrileño ha vivido a la sombra de Pepe, Ramos o Varane, se ha limitado a entrenar, a jugar contados minutos-pero siempre rindiendo como el que más-y a hacer vestuario. Los que le conocen aseguran que Nacho destila madridismo desde que se levanta hasta que se acuesta, que es un ‘enfermo’ del Real Madrid y que su afán por mejorar le ha hecho convertirse en un defensa de primera categoría.
Tanto es así, que el pasado verano tuvo ofertas de lo más tentadoras provenientes de la Serie A. Roma y Nápoles ponían mucho dinero encima, el Real Madrid le otorgó libertad pero Nacho fue contundente: “no me muevo del Madrid, esta es mi casa”. Una charla con Zidane le convenció de manera definitiva. El francés le prometió más minutos y así ha sido. Nacho ya está consolidado en el ‘11’ blanco.
Sin duda, la prolongada lesión de Pepe, la incomparecencia de Coentrao durante todo el curso y la irregularidad de Danilo han ayudado, pero mayor de los hermanos Fernández se ha ganado los minutos a pulso. Puede jugar como central, lateral derecho o lateral izquierdo y en todas las demarcaciones le hacen válido para tapar cualquier contingencia. Nacho ya es clave para el Real Madrid.
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