Las redes sociales se 'mofaron' de Piqué tras el ridiCULÉ

Le recordaron sus ataques al Real Madrid después de hacer el ridículo en Champions


Luis Enrique habla con Piqué en San Mamés

Luis Enrique habla con Piqué en San Mamés




Gerard Piqué se ha autodenominado como portavoz del Barcelona. Le gustan los focos y no duda en salir a la palestra siempre que puede para reinvindicarse o quejarse sin motivo alguno de las actuaciones arbitrales. Resulta curioso que el central condene a los colegiados por sus malas actuaciones cuando se ha cumplido un año desde la última vez que al Barcelona le señalaron un penalti en contra en el campeonato liguero. 

Ayer, Piqué se escondió. Humillado, pasó por delante de la prensa y no tuvo lo que hay que tener para ponerse delante de un micrófono y dar la cara. Es muy bonito ser el que sale en la tele cuando las cosas van bien, pero en el día de ayer se pudo ver al auténtico Gerard. El barcelonismo esperaba una disculpa por parte del internacional español, pero no lo hizo. Se montó en el autobús y pa' casa. 

Muy polémico fue un tweet que puso hace uno tiempo cuando le preguntaron cuál sería el camino perfecto para llegar a la final de la Champions. Piqué contestó, que un grupo fácil, en octavos el tercero de italia, en cuartos el octavo de la Bundesliga y en semis el cuarto de Inglaterra, haciendo referencia al camino que tuvo el Real Madrid el año pasado para ganar la Liga de Campeones. Pues bien, precisamente el PSG le tocó al cuadro merengue en la primera fase. Esa que decía Gerard que había sido fácil para los blancos. El mismo rival, sin Ibrahimovic, le pintó ayer la cairta a Piqué, que no dio señales de vida. Ni una foto, ni un comentario en redes sociales, nada. 

Pero en Twitter le recordaron todas sus sobradas. Las redes sociales no pasan una y se encargaron de recordarle a Piqué sus meteduras de pata y sus continuos ataques al Real Madrid. Mensajes que el central del Barça puso en su cuenta oficial riéndose del conjunto blanco y que ayer se le volvieron totalmente en contra, pero como un buen culé agachó la cabeza apagó su teléfono móvil y demostró que no es tan valiente como cuando dijo delante de un micrófono que los árbitros les venían perjudicando en las últimas semanas. 

Todos conocemos ya a Gerard Piqué. Son muchos años en los que el central del Barcelona ha demostrado que ni sabe ganar ni sabe perder. Cuando las cosas le van mal, lejos de hacer autocrítica, se esconde como si fuera un avestruz y deja pasar el temporal. Eso sí, cuando le va bien no duda en sacar su lado más 'bromista' y hacer las delicias de la afición blaugrana. Esa misma afición que ayer se quedó con las ganas de escuchar al bufón oficial. 

Todos recordamos cuando Piqué se acordó de Kevin Roldan. ¿Por qué ayer no dijo nada de la borrachera que se 'pilló' Neymar el día de su cumpleaños? El brarsileño fue 'cazado' asegurando que llevaba varias copas encima, pero poco se ha hablado de eso. Quizá ese fue uno de los motivos por los que frente al PSG el delantero brasileño no hizo absolutamente nada. Al igual que Messi y Luis Suárez, deambuló por el terreno de juego como alma en pena. 

Esta noche Gerard Piqué seguro que estará preparado para lanzar un tweet si el Real Madrid pierde, pero si los blancos son capaces de ganarle al Nápoles y encarrilar la eliminatoria, el '3' del Barcelona, al igual que hizo ayer, deberá apagar el móvil y esperar una nueva oportunidad. Este martes quedó demostrado que cuando uno escupe hacia arriba, termina cayéndole.