Nadie le daba como titular ante el Nápoles en el regreso de la Champions, pero James Rodríguez se coló en el equipo de forma inesperada debido a su buen trabajo en los entrenamientos y a su demostración de sacrificio el pasado fin de semana en Pamplona. A Zidane le gustó mucho su actitud e intensidad ante Osasuna y prefirió ponerle a él antes que apostar por jugadores como Kovacic, Isco o Lucas Vázquez.
No está siendo una temporada sencilla para el colombiano, que no ha podido encontrar la continuidad necesaria para recuperar su mejor nivel. Sin embargo, Zidane siempre ha dejado claro que cuenta con él como uno más y que tendría sus oportunidades. A la vista está que el técnico francés no engañaba a nadie. Este miércoles, partido grande en el Bernabéu y en Europa y James, de nuevo en el equipo titular.
James Rodríguez demostró en todo momento estar muy enchufado. Se dejó la piel en el campo y firmó un gran partido para mostrarle a todos que no se ha rendido y que sigue teniendo el mismo sueño: triunfar en el Real Madrid. El colombiano ya estaba empezando a brillar en el inicio de año, pero una lesión frenó su evolución. Tras dejar atrás sus problemas físicos, vuelve a tener peso en el equipo.
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