Concentración, calidad y sacrificio han sido los adjetivos predominantes en la última sesión de entrenamiento del Real Madrid antes del partido de mañana ante el Villarreal en el Estadio de la Cerámica. Tras la derrota en Mestalla, el equipo de Zidane busca volver de nuevo a la victoria en tierras valencianas y todo pasa por ganar en uno de los estadios más complicados de la liga y ante un rival que sabe jugar bien al fútbol.
La sesión ha comenzado con una serie de estiramientos de los jugadores de la plantilla a las órdenes de Antonio Pintus. Momento para calentar los músculos mientras Zidane se divertía dando toques al balón y probando puntería de cara a puerta, la calidad nunca la pierde el técnico francés.
A continuación, el grupo ha disputado un partidillo dividido en dos equipos. El trabajo de pases, presión y anticipación se ponía de manifiesto en las jugadas y sobre todo en los sonidos de los jugadores, síntoma de la concentración que reina en la plantilla. Por otro lado, los tres guardametas del equipo realizaban diversos ejercicios específicos a las órdenes de Luis Llopis, el preparador de porteros.
En el apartado de ausencias hay que contar con dos defensas que no estarán en el partido ante el conjunto amarillo. Se trata de Raphaël Varane, que está empezando su proceso de recuperación tras la lesión de grado dos en el bíceps femoral y por otro lado la de Danilo. El lateral sigue al margen tras el golpe ante Osasuna. El equipo pondrá rumbo a Castellón mañana a las 10:30 y antes a las 13:00, Zidane comparecerá ante los medios de comunicación.
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