Las temporadas son muy largas y todos los equipos del mundo han de pasar por momentos de debilidad y bajón. El Real Madrid de Zidane no es una excepción, pero la gran diferencia entre él y los demás incide en minimizar los posibles daños que se puedan llegar a tener cuando avanza el curso. Eso es lo que hace a un equipo ser campeón o no.
En relación a esto es importante reaccionar a tiempo, tomar la decisión acertada y en el caso de Zidane muchas veces es así. Es cierto que el Real Madrid, tal y como ha reconocido el propio técnico, puede tener momentos de debilidad, de falta de concentración. Sólo así se explica que en los últimos partidos el equipo haya tenido que remontar un dos a cero en contra, en una ocasión salió bien pero en otra no. Ese hecho ha servido para que algunos empiecen a sacar las cosas de contexto cuando son circunstancias normales dentro de una temporada.
Se habla de un once que no está a la altura de lo que se juega el equipo cuando es una de las plantillas más completas y mejores que se recuerdan en la historia del club y es que con Isco y Morata a este nivel, no hay razón para preocuparse. Se dice que hay fragilidad defensiva y que los contrarios crean ocasiones con más frecuencia, algo normal ya que cada día los rivales son mejores y ante el Real Madrid para ellos es el partido del año, como se pudo ver en Mestalla. Por último, se comenta que hay falta de concentración, un factor que está trabajando el cuerpo técnico y que a la hora de la verdad, saldrá a relucir.
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