Pese a que hoy el protagonista del día en el Real Madrid haya sido Jesús Vallejo, en el discurso de Florentino Pérez ha habido tiempo para recordar a la gran figura que justo hace tres años nos dejó. Don Alfredo Di Stefano fallecía el 7 de julio de 2014 en el Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid tras sufrir una parada cardíaca.
La 'saeta rubia' como era conocida, es sin duda uno de los mejores sino el mejor jugador que ha pasado por la historia del Real Madrid. Defendió la camiseta blanca entre las temporadas 1953 y 1964, una época de hegemonía donde no hacía otra cosa más que ganar y ganar títulos: cinco Copas de Europa, dos Copas Latinas, ocho Ligas, una Copa de España y una Pequeña Copa del Mundo. En 396 partido marcó 308 goles y su lista de trofeos individuales recoge entre otras cosas cinco trofeos pichichi, dos Balones de Oro y el Super Balón de Oro que le otorgaron en 1989 por toda su carrera, un premio que nadie más tiene. No sólo como jugador dio momentos imborrables al Real Madrid, también en los banquillos donde conquistó una Supercopa de España y fue el precursor de la Quinta del Buitre.
Su gran implicación siempre en el club le hicieron ser el presidente de honor del club, recoger el premio de mejor club del Siglo XX, poner la primera piedra de la nueva ciudad deportiva de Valdebebas. Además el estadio del filial lleva su nombre y siempre está presenta en el himno del Real Madrid. Aquel 4 de julio de 1926 en Buenos Aires nació el que para muchos ha sido el mejor jugador de fútbol de todos los tiempos, memoria imborrable del mejor equipo del mundo y de eso, Don Alfredo tiene mucha culpa.
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