Si algo funciona es mejor no tocarlo y no cambiarlo. La temporada pasada Cristiano acabó mejor que nunca y prueba de ello será su quinto Balón de Oro que consiga en el próximo mes de enero. El portugués fue clave en Champions con 10 goles desde los cuartos de final y en Liga donde marcó seis goles en los últimos cuatro partidos.
Cristiano llegó a ese nivel tras adoptar un programa de dosificación que concretó con Zidane y el cuerpo técnico y que repetirá esta temporada. El portugués comenzará la temporada desde el principio y sin lesiones, por lo que la Liga la iniciará a tope físicamente hasta llegar a diciembre donde espera conquistar su segundo Mundial de Clubes consecutivo esta vez en los Emiratos Árabes. Una vez concluido el torneo, Cristiano bajará sus prestaciones coincidiendo con la disputa de los octavos de Champions y los cuartos de Copa del Rey.
En ese tiempo hará un trabajo específico y será habitual no verle en algunos encuentros de Liga fuera de casa como fue el año pasado. El plan es que en marzo vuelva a recuperar esa explosividad para afrontar el tramo decisivo de la temporada. Con la vista puesta en el final de Liga, en la Champions y quién sabe en la Copa del Rey y por si fuera poco con el Mundial de Rusia en el horizonte, Cristiano se enfrenta a todo un reto personal esta temporada donde deberá cuidar al máximo su físico para poder rendir como se espera de él en todos los compromisos que le esperan.
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