Zidane ya había advertido en las horas previas a la disputa del choque ante los de Mourinho que el resultado del primer choque de preparación le importaba poco. Seguro que todavía hay madridistas que siguen agarrándose a su memoria para recordar ese memorable partido de Cardiff, una de las finales más espectaculares de la historia de la Champions.
Con apenas 10 días de entrenamientos a sus espaldas, el Real Madrid se midió a un United mucho más rodado. Zidane era consciente de la teórica superioridad física de los ingleses, de ahí que prefiriera quitarle toda la presión a sus jugadores en las horas previas a la disputa del encuentro.
A pesar de la diferencia de rodaje entre ambos contendientes, el Madrid dio la cara y se lo puso muy difícil al Manchester United en el primer partido de la pretemporada. Seguro que más de uno de los que jugó en Santa Clara no podía quitarse de la cabeza que la última vez que había tocado un esférico dentro de un terreno de juego fue para ganar la pasada Champions.
DEJA TU COMENTARIO