No fue precisamente uno de los fichajes más mediáticos de la historia del Real Madrid, de hecho sólo acudieron a su presentación unas 50 personas. Aquel 2 de febrero de 2009 se presentaba Julien Faubert, un jugador que pasó sin pena ni gloria por el club, aunque dejó varios momentos inolvidables.
No destacó precisamente por su aportación en el campo, apenas jugó en seis meses de cesión unos 54 minutos contra el Racing y el Atheltic. La cesión le salió al conjunto blanco por alrededor de millón y medio de euros, es decir, Faubert cobró al minuto unos 28.000 euros y en la gran mayoría de ellos no pasó del banquillo, un lugar donde ha dejado grandes momentos. El mejor sin duda llegó ante el Villarreal en El Madrigal donde el Real Madrid se jugaba la Liga y a Faubert le pudo el sueño y se quedó dormido en pleno banquillo, un gesto que le terminó de sentenciar y acelerar su salida.
Regresó al West Ham, pasó por el Elazigsport, el Girondins de Burdeos, el Klimarnock y ahora se encuentra en las filas del Inter Turku finlandés. Ahora Faubert es feliz y se siente importante en su equipo y en su selección: Martinica, con la que se hizo internacional en el año 2014 tras haber pasado incluso por la selección absoluta francesa.
DEJA TU COMENTARIO