Parece que ya no hay nada que se le resista a Cristiano Ronaldo. Resultaba extraño, pero hasta la fecha el mejor jugador del mundo todavía no sabía lo que era marcar un gol en la disputa del Trofeo Santiago Bernabéu. Desde que llegó al Madrid, al portugués se le había resistido este particular capítulo, pero ya no le quitará nunca más el sueño.
Por fin Cristiano Ronaldo se desquitó y se lució ante su público. Especialmente con el golazo que suponía el 2-1, un latigazo directo a la escuadra de la portería rival que levantó a la gente de sus asientos. La Fiorentina fue la ‘víctima’ de las ganas que tiene el crack luso de firmar otra temporada de ensueño con el Real Madrid y vivió en sus propias carnes lo que es tener enfrente al mejor jugador del mundo, en un estado de forma además envidiable que tan sólo podrá cortar la injusta sanción de cinco partidos.
Cristiano ya había marcado esta temporada en el encuentro de ida de la Supercopa de España ante el Barcelona, un golazo que dejó boquiabierto al Camp Nou entero, así que en esta ocasión lo que tocaba era agradar a su propio público y lo hizo a lo grande.
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