Mientras cumple la injusta sanción en Liga, CR7 volvía ayer al once de Zidane justo un mes después de ser expulsado en el Camp Nou, y el escenario era su preferido: noche de Champions en el Bernabéu.
Desde el primer minuto, Cristiano Ronaldo demostró tener más hambre que nunca, hambre de gol, su alimento preferido, y tan sólo necesitó 12 minutos para marcar el primero, que no para saciar su enorme apetito.
El Balón de Oro siguió intentándolo una y otra vez, hasta que consiguió anotar su segundo gol, tanto que apenas celebró, porque el portugués cogió rápidamente la pelota del fondo de la portería del APOEL, para no perder tiempo y hacer temblar a los jugadores chipriotas…¡Cristiano quería más!
Finalmente no logró el hat trick, pero como dijo Zidane tras el encuentro: “Cris es el mejor, podría haber metido 4 goles”.
Después de la primer jornada de la Champions, Cristiano se sitúa como el máximo rematador de la competición con 10 disparos en 90 minutos. Tres fueron a puerta y dos de ellos acabaron en gol, uno rebotó en el larguero y traspasó ligeramente la línea pero el árbitro lo anuló, y seis se marcharon fuera.
Cristiano está en un momento de confianza brutal, se sabe el mejor jugador del mundo, y mantiene intacta su hambre de goles y de títulos.
El próximo miércoles día 20 de septiembre Cristiano Ronaldo volverá a escena en la Liga Santander, y lo hará en el Bernabéu ante el Betis, con ganas de recuperar el tiempo y los goles que le han robado en la competición doméstica. ¡Cristiano está que asusta!
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