El calendario del Real Madrid antes de que acabe el año 2017 es claro y conciso, jugará ante Sevilla y Barcelona y, a priori, debería contar con la ventaja de que los dos encuentros serán en el estadio Santiago Bernabéu, aunque viendo la marcha del equipo este año en casa es peligroso aventurarse a decir eso.
Lo que está claro es que esos dos partidos, además de la participación en el Mundial de Clubes, marcarán lo que ocurra en el Real Madrid durante el parón navideño, sobre todo en cuestión de críticas, pero también en las decisiones deportivas e institucionales.
Y es que dos victorias o dos tropiezos ante Sevilla y Barcelona pueden cambiar de manera radical la manera de afrontar el comienzo del año 2018 ya que hay que tomar decisiones sobre si el Real Madrid debe fichar, o no, y, además, de si se puede pensar en ganar la Liga o si se debe ya dar por perdida.
Ganar a Sevilla y Barcelona daría un empujón anímico y de confianza a la plantilla del Real Madrid y daría algo de aire para afrontar la segunda parte de la temporada, y eso que si nos centramos en los números no afectaría tanto porque los dos equipos tendrían un partido jugado más (el club blanco aplaza el suyo por el Mundial de Clubes).
Pero si lo que ocurre es que el Real Madrid tropieza ante alguno, sobre todo ante el Barcelona, o incluso no se gana ninguno de los dos, el 2018 empezará de la peor manera posible, completamente descartado en la Liga y con una crisis de resultados en plenas fiestas navideñas.
Hablamos de dos partidos que incluso podrían marcar el devenir de la temporada cuando todavía estaríamos en el mes de diciembre así que el hecho de jugar en el Santiago Bernabéu, con el madridismo volcado con el equipo, debe dar alas a los jugadores para volver a mostrar su mejor versión y sumar seis puntos de oro.
LA DELANTERA, PRINCIPAL SEÑALADA TRAS EL EMPATE EN BILBAO
El Real Madrid tiene una evidente falta de gol arriba y eso es algo que no se puede discutir. Ya sea por sensaciones o estadísticas, lo cierto es que los hombres encargados de hacer gol en el equipo no están a su mejor nivel y por lo tanto quedan señalados cuando se pierde o empata.
Cuando el Real Madrid pierde o empata se forma una especie de cataclismo en torno a lo ocurrido porque no es lo habitual. Lo cierto es que, en esta temporada, ese fenómeno no termina de abandonar al equipo en Liga y ha llegado un momento en el que se empiezan a buscar razones que expliquen el porqué de esta situación.
El último episodio fue el empate sin goles en San Mamés, un resultado idéntico al del derbi y que ha venido evidenciando una falta de gol que Zidane ha confirmado y deja como señalados sobre todo a los jugadores de arriba, es decir, Cristiano y Benzema. Entre ambos, en las catorce jornadas que se llevan disputadas de Liga suman sólo cuatro goles, dos para cada uno. Una cifra muy preocupante y más teniendo en cuenta la facilidad con la que Cristiano, al menos, perforaba las redes rivales. A este factor hay que sumarle además que hay jugadores que no terminan de encontrar su mejor nivel y desde el banquillo la reacción llega tarde y no produce el efecto que la pasada temporada marcaba la diferencia.
Hay mimbres y tiempo para corregir estos fallos, nunca se puede dar por muerto al Real Madrid pero no es menos cierto que este equipo nunca había atravesado una situación como la de ahora. En el club tienen total confianza en la plantilla y en el cuerpo técnico, no obstante, el mercado de invierno se abrirá pronto y es posible que el club acuda a él para tratar de reforzar alguna posición que, a día de hoy, cojea.
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