¿Cómo recibirá el Bernabéu a Neymar?

De ser casi el 'enemigo público nº1' a convertirse en un potencial jugador merengue


Neymar Jr. jugará por cuarta vez en el Bernabéu

Neymar Jr. jugará por cuarta vez en el Bernabéu




Han pasado ya algo más de dos años desde la última vez que el delantero brasileño pisó el estadio del Real Madrid. Fue en noviembre de 2015 y entonces participó en la goleada del Barcelona por 0-4 con un tanto y una asistencia de tacón. Por eso guarda un buen recuerdo de este partido, al igual que de los otros dos que jugó con anterioridad en el Santiago Bernabéu. En el primero, en marzo de 2014, también marcó y asistió para que los suyos ganaran por 3-4; mientras que en octubre de ese mismo año aportó otro tanto en la derrota culé por 3-1.

En consecuencia, sus tres partidos en el campo merengue se resumen en dos goles y tres asistencias, con dos victorias y una única derrota. Todo ello sin olvidar que en el encuentro de 2014 también fue capaz de provocar un penalti y la expulsión de Sergio Ramos, aunque la misma fue bastante dudosa y trajo mucha polémica. Así que ha sido siempre importante, por no decir decisivo, lo cual anima al Real Madrid a extremar esta noche aún más si cabe las precauciones para evitar que la historia se pueda repetir.

Sin embargo, lo que sí cambiará en el partido de este miércoles respecto a los tres precedentes es el recibimiento que seguramente le brinde el Bernabéu. Como es lógico el madridismo no le espera con los brazos abiertos, pero la hostilidad no será la misma. Antes siempre llegó como 'crack' del eterno rival, y ahora lo hace como hombre clave del PSG y como potencial 'fichaje' madridista a corto y medio plazo. Por eso el duelo será como una prueba de fuego para Neymar en la que será observado con atención por la que puede ser su próxima afición.

De ahí que le esperen pitos, pero la actitud probablemente vaya a ser otra. Hay aficionados merengues que suspiran por su fichaje, por lo que la época de hostilidad cruenta terminó con su estancia en Barcelona. Lo que ahora toca es ponerle las cosas difíciles metiéndole presión, pero con un evidente respeto por lo que pueda pasar de aquí a uno o dos años. Más que nada porque de lo que pueda ocurrir en esta eliminatoria dependa mucho que llegue o no a convertir el Bernabéu en su casa.