De hecho, este ha sido uno de los motivos de su salida del club blanco. El luso quería que la entidad blanca se hiciese cargo de su multa y de todo el proceso judicial. Sin embargo, el club optó por desvincularse de la situación y, eso sí, mostró su apoyo al futbolista.
Para el portugués no fue suficiente y ese mismo verano de 2017 amenazó con marcharse. Por si fuera poco, el de Madeira sintió que ese castigo judicial se basaba en una persecución que venía sufriendo de distintas formas desde que llegó a España. Se sentía desprotegido y defendió su inocencia hasta que no tuvo otra.
Cristiano Ronaldo quiere dejar todo esto atrás y resolverá el problema antes de poner rumbo a Turín. La ventaja es que, en Italia, tanto sus asesores como él tendrán un respiro, ya que en el país transalpino la fiscalidad respecto a los jugadores extranjeros es más flexible, puesto que le permite tributar con una tarifa plana de cien mil euros por todos los ingresos generados para el extranjero, incluidos aquellos contratos de patrocinio que han resultado uno de los principales problemas para el luso con el fisco.
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