El alemán ya sabe lo que es jugar de pivote defensivo en el Real Madrid. De hecho, jugó todo su primer año en el conjunto blanco en esa posición cuando Ancelotti entrenaba a los de Chamartín. Esa temporada el Madrid hacía muy buen juego en ataque, la salida de balón era muy limpia y había una circulación de balón muy fluida. El problema es que ‘hacía aguas’ en defensa.
Pues bien, Lopetegui le ha situado otra vez ahí, junto a Isco y Ceballos para acompañar su juego, pero esta vez la estratega es distinta. El equipo hace una presión muy alta, casi se defiende jugador por jugador, lo cual permite robar en campo contrario y, en consecuencia, le permite a Kroos jugar en zonas del campo donde se siente cómodo. El germano se siente mejor haciendo una presión asfixiante en lugar de haciendo coberturas en la zona ancha, buscando recuperar el balón en zona defensivas.
Por si fuera poco, el estilo de Julen hace que el movimiento del balón recaiga aún más en Toni. Se ha notado cuando no ha estado esta pretemporada en el terreno de juego. Le da criterio, velocidad y dinamismo al juego.
Sin embargo, su posición favorita es la de interior izquierdo, donde jugaba con Benítez y Zidane. Casemiro era el pivote defensivo que corría a cada balón dividido, que hacía todas las coberturas, que recuperaba cada balón para cedérselo a Kroos o Modric. En definitiva, era el tercer pulmón del alemán, del Madrid. Además, en esa posición, aparte de librarse de tantas tareas defensivas, Toni llegaba a zonas de peligro de forma mucho más constante, mejorando así sus registros goleadores.
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