En el Bernabéu han terminado siendo prácticos con los deseos de ambos jugadores. Uno, el belga, estaba loco por jugar en el Bernabéu, mientras que el otro, el croata, quería salir de Chamartín para encontrar una salida en la que se le ‘garantizaran’ los minutos de juego que nunca tendría en un equipo como los Casemiro, Kroos, Modric, Isco, Asensio o Ceballos. Todos contentos.
Al final, el Madrid se ha quedado con Courtois a un precio de risa. Hablamos de un mercado de porteros en el que se han pagado 80 ‘kilos’ por Kepa y 75 por Alisson. Dos brutalidades de cifras. Sin embargo, los blancos se llevan al mejor portero del Mundial por 35. Un negocio redondo…y barato para cómo están las cosas.
La jugada de billar de los blancos ha consistido en ceder a Kovacic, jugador por el que el Chelsea apenas va a pagar dinero (pero que sigue perteneciendo al Madrid porque no hay opción de compra para los ingleses), para que los de Sarri tuvieran a un centrocampista TOP que posibilitara que no soltaran mucho dinero en esa zona del campo y que, a su vez, les permitiera invertir toda la ‘pasta’ del mundo en el fichaje de Kepa. El vasco, por su parte, era la clave para que Courtois terminara aterrizando en la casa blanca y se desbloqueara todo el problema que se había generado. Un nuevo órdago triunfal para Florentino.
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