El belga fue el primer gran protagonista del choque y lo hizo, incluso, antes del inicio con su elección de jugar con el dorsal 50 en el 50º aniversario de la llegada del hombre a la Luna. Una anécdota antes de lo realmente serio. Hazard, como se esperaba, partió desde la derecha, pero se movió por todo el flanco del ataque blanco.
Le costó entrar en juego, pero cuando lo hizo mostró un gran nivel. Kroos, Modric e Isco le sirvieron grandes balones desde el centro del campo y supo conectar también con Benzema y Asensio, con el que se repartió minutos por una banda y otra. Al descanso fue sustituido, dando paso al recital de Rodrygo, que nada tuvo que envidiar a la estrella ya consagrada belga.
El brasileño y Kubo mostraron atrevimiento. No les quemó la pelota sobre los pies, pero pagaron el bajón físico del equipo ante un Bayern más rodado y con la mayoría de los titulares en la primera mitad. Pero Rodrygo reservó toda su calidad al final. Le ‘robó la cartera’ a Kimmich y se plantó ante Ulreich, que le arroyó y acabó expulsado.
No dudo en asumir la responsabilidad y poner el balón en la misma escuadra. Tremendo golazo para firmar su mejor carta de presentación en el club blanco. Jugador con mucho futuro, pero que ahora tendrá que foguearse en el Castilla a la espera de que Valverde reciba la nacionalidad española y Rodrygo pueda seguir sumando minutos con el primer equipo.
MADRE MIA EL GOL DE #Rodrygo #RealMadrid 1-3 #Bayern pic.twitter.com/Vn6yOO753D
— 𝔼𝕃 𝕄𝔸𝔻ℝ𝕀𝔻𝕀𝕊𝕋𝔸 (@ElMadridista_9) July 21, 2019
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