Comenzó el verano con un 4-3-3 ante el Bayern y no lo pudo realizar de peor forma. El Real Madrid naufragó y Zizou se vio obligado a hacer nuevos cambios ante el Arsenal. Lo hizo con el 4-4-2 y el equipo se llevó la victoria en los penaltis después de una gran reacción en la primera mitad. Entonces volvió el 4-3-3 ante el Atleti y cayó de forma estrepitosa para cerrar la International Champions Cup.
Zidane despertó con cambios ante el Tottenham con un nuevo 4-4-2, pero con el mismo resultado. Sin embargo, el 4-2-3-1 ante el Fenerbahce le dio la primera victoria en el tiempo reglamentario antes de dar el salto con el innovador 3-5-2 ante el Salzburgo y la Roma, los dos últimos y mejores partidos de la pretemporada. (Zidane le quita media cruz a James por el momento)
Ahora, cuando todo apuntaba a que el técnico francés podía repetir el esquema con un buen Militao junto a Varane y Ramos, Zidane volvió a sorprender a todos en el inicio liguero con vuelta al 4-3-3 con un inédito Bale y dejando fuera al brasileño. Zizou amagó en pretemporada y ahora ha vuelto a cambiar el sistema ante el Celta en Balaídos.
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