El ‘nuevo Marcelo’ salió el sábado el césped de Balaídos para demostrar que las críticas que sufrió el año pasado respecto a su forma física y a la falta de dedicación hacia el equipo habían desaparecido. En términos generales, bien sabemos que Marcelo cuando está bien físicamente es un arma letal para cualquier equipo, y aunque el otro día contó con la solidaridad defensiva de todo el conjunto madridista, no cabe dudas de que cuando Marcelo está en forma no hay nadie mejor que él defensivamente hablando.
Mientras que Solari estuvo al mando del equipo, Marcelo veía los partidos de su equipo desde el banquillo, pero cuando Zidane cogió nuevamente el cargo, el francés depositó su confianza en él y Marcelo volvió a los terrenos de juego, precisamente frente al Celta de Vigo en el Santiago Bernabéu. Frente al Celta, el brasileño rindió en defensa al mismo nivel que Sergio Ramos y Varane, y en ataque fue el jugador blanco que más pases clave realizó, y el segundo (por detrás de Kroos) que más tocó el balón. Además, participó en los tres goles que le dieron los tres puntos al conjunto de Concha Espina.
Zidane quiere confiar en él, pero también quiere darle descanso, y ante las dudas en el rendimiento de Reguilón, cuentan con el fichaje de Mendy.
Con estos números del brasileño, Zidane va a tener pocas a la hora de colocarle como fijo en el once inicial. El madridismo necesita a Marcelo, y el Real Madrid también.
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