El rendimiento de Falcao viene acompañado del que está mostrando el Galatasaray, que tras siete jornadas de campeonato doméstico marcha décimo, bien es cierto que la posición variará si mejora ligeramente su rendimiento, porque el primer clasificado que es el Alanyaspor sólo le aventaja en cuatro puntos, pero lo preocupante va más allá de los resultados, porque el problema del Galatasaray es una cuestión de fútbol.
La lógica haría indicar que lideraría su liga con facilidad, o por lo menos que se vería en las primeras posiciones, porque tiene jugadores de renombre el el fútbol europeo como: N´Zonzi, Muslera, Babel, Seri, Yilmaz, Feghouli… y así podríamos continuar con varios más, pero si hay una figura que destaca es la de Radamel Falcao, quizás no por su momento actual, pero por pasado es la gran estrella del equipo.
El colombiano se destapó en el Oporto como un delantero voraz, lo que le llevó a fichar por el Atlético de Madrid por 45 millones, una cifra muy alta para la época. Pero Falcao se encargó de demostrar que los valía maravillando al mundo, incluso el Real Madrid estuvo muy interesado en ficharle, pero el Atlético se negó a venderle un jugador a su eterno rival, como tantas veces.
Desde su salida, Radamel no ha sido el mismo, pero espera recuperar un buen nivel y se ha marcado el próximo partido ante el Real Madrid en la Champions como fecha clave para demostrar lo que aún puede hacer, así que no será una visita sencilla para los blancos, que sufrirán las ganas que tiene el colombiano de brillar. Y a esto hay que sumarle que la afición turca convierte los partidos importantes en casa, en un infierno para los rivales, y desplegando todo tipo de véngalas, gritos y demás parafernalias, convirtiendo el ambiente incluso en peligroso.
Desde su salida, Radamel no ha sido el mismo, pero espera recuperar un buen nivel y se ha marcado el próximo partido ante el Real Madrid en la Champions como fecha clave para demostrar lo que aún puede hacer, así que no será una visita sencilla para los blancos, que sufrirán las ganas que tiene el colombiano de brillar. Y a esto hay que sumarle que la afición turca convierte los partidos importantes en casa, en un infierno para los rivales, y desplegando todo tipo de véngalas, gritos y demás parafernalias, convirtiendo el ambiente incluso en peligroso.
DEJA TU COMENTARIO