Su adiós al Parque de los Príncipes no sería un problema de dinero, pero sí lo es de orgullo para el propietario del club parisino, Nasser Al-Khelaifi, que lo fichó en el verano de 2017 junto a Neymar Junior con el objetivo de dar el puñetazo en la mesa definitivo para conquistar la Champions y lo hizo, además, ‘robándoselo’ al Madrid. Casi nada.
Aunque los caminos de Mbappé y el conjunto blanco parece que están condenados a cruzarse y más pronto que tarde. Florentino lo quiere ya y el PSG lo sabe y, por esta razón, ha puesto en marcha la maquinaria para renovar su contrato, que expira en 2022, con una propuesta de 50 millones de euros hasta 2024. (El Madrid, dispuesto a ofrecer a James como moneda de cambio)
Sin embargo, la respuesta del jugador ha sido alta y clara. El Chiringuito ha informado esta madrugada de que la estrella gala ha dicho no porque, si aceptase, aparcaría hasta muy largo plazo su objetivo de vestir la elástica blanca. El Madrid se frota las manos y, entre el verano de 2020 o el de 2021, tendrá a Mbappé en sus filas.
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