El malagueño acabó especialmente contento el partido. Primero porque las sensaciones que dejaron tanto el equipo como él mismo fueron muy buenas y, segundo, porque vuelve a ver en el horizonte la posibilidad de volver a la selección…y jugar la próxima Eurocopa ahora que Luis Enrique ha ocupado nuevamente el banquillo español.
Isco tenía claro que no podía seguir como el pasado año. Empezó muy bien con Lopetegui, jugándolo todo y a buen nivel, pero poco a poco se fue diluyendo junto al resto del equipo. La llegada de Solari fue su ‘tumba’ deportiva hasta que Zidane volvió, habló con él cara a cara, y le dijo aquello de “cuento contigo, pero te necesito implicado y comprometido”. El ‘sí, por supuesto míster’ del jugador fue tan tajante que Zizou quedó convencido del todo en su apuesta.
Varios meses después de aquello, y más tras ver que la confianza de Zidane en él no era una pose sino que va en serio, Isco está otra vez a tope. Está en su peso, ha dejado atrás la lesión que le tuvo parado cerca de un mes y, además, se está esforzando como el que más no ya para jugar, que también, sino por entrar en las convocatorias, algo que se está poniendo especialmente caro. Este ‘nuevo Isco’ aún tiene mucho que ofrecer y, probablemente, como ‘jugador número 12’ de la plantilla, Zidane sepa sacarle el mayor de los rendimientos cuando muchos madridistas pensaban que ya no volverían a ver al genio malagueño a su mejor nivel. Si Isco vuelve, el Madrid vuelve…y la selección volverá a llamar a su puerta. Nadie lo duda.
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