Zinedine Zidane es su principal valedor. Fue él quién aconsejó al conjunto blanco su fichaje cuando era una joven promesa del Lens. Llegó con 18 años, por unos 10 millones de euros, y ahora es un peso pesado del vestuario. Partícipe de las 4 Champions en 5 años y, si continúa en el club, puede convertirse en el jugador con más títulos de la historia del Real Madrid. Se encuentra en plena madurez futbolística (cumplirá 27 años a finales de abril) y en Chamartín asumen que será el 'heredero natural' de Ramos cuando cuelgue las botas.
Varane está totalmente adaptado a la ciudad. La relación con sus compañeros, el entrenador, los directivos del club y los aficionados es inmejorable. Si bien es cierto que el año pasado, cuando Solari estaba en la cuerda floja se planteó abandonar el Real Madrid, ahora no tiene dudas. Regresó Zizou y con él la confianza que había perdido. En toda carrera de un futbolista de élite pueden surgir ciertas dudas y Varane no iba a ser menos. (Guardiola pretende negociar con el Madrid el fichaje de Raphaël Varane).
Los altos cargos del club están convencidos de que será uno de los próximos capitanes. Sergio Ramos ya está viviendo sus últimos años en el Real Madrid y el francés, por toda la experiencia que ya acumula, está capacitado para ejercer ese rol. Fuentes ligadas a la cúpula blanca han asegurado a Defensa Central que Zizou ha confesado, en más de una ocasión, que antes de que se vaya Varane, se marcha él.
Una frase que refleja el sentimiento hacia el zaguero que él mismo fichó en 2011. Apenas supuso una inversión de 10 millones de euros para la entidad de Chamartín, pero ahora tiene un valor incalculable. Por mucho City que llame a la puerta, Varane no está en venta. Su contrato expira en junio de 2022 y ya se está trabajando para que renueve y se retire en el Real Madrid.
"Zizou siempre ha sido un gran ejemplo para mí. Nos traslada el mensaje de que hay que pensar en positivo y creer en nosotros mismos. Me llamó cuando estaba estudiando para la Selectividad y dijo no es broma, soy yo. Tenía mucha vergüenza. Quería ficharme para el Real Madrid y yo le dije de hablar en otro momento porque tenía que estudiar". Estas fueron las declaraciones del zaguero para la cadena oficial del club, contando como conoció por primera vez a su ídolo.
Cada año para Varane es un nuevo desafío. No quiere acomodarse en su puesto, ni mucho menos bajar el nivel. Entiende que aún puede mejorar, aunque colectivamente ya haya ganado todo lo que está al alcance de un futbolista (4 Champions, un Mundial...) Tener a su ídolo Zidane de entrenador es una motivación especial para seguir creciendo. Su destino es retirarse en el Madrid y, para ello, su técnico y compatriota hará todo lo que esté en sus manos.
DEJA TU COMENTARIO