El alemán debe hacer frente a los habituales dolores de cabeza que le desprende la figura de Kanouté, al que parece excitar el germanismo del técnico blanco ya que ha conseguido marcarle 4 goles a los blancos en los cuatro últimos partidos. El preparador del Real Madrid deberá poner a su ojo de halcón particular, previsiblemente Sergio Ramos, para que Kanouté deje de ser una de sus bestias negras. El alivio le llega gracias a la baja de Luis Fabiano, un buen goleador con malas pulgas, al que excitó tanto la camiseta del Barcelona el pasado sábado que acabó en la caseta por hacer uso excesivo de la lengua.
El guardameta blanco tendrá más ojos pendientes de su portería que de costumbre. Lástima que éstos no sirvan para atajar los balones. La campaña orquestada, no se sabe muy bien por quién, en su contra parece haberse paliado los últimos días por culpa, paradójicamente, de una oferta del Manchester City. Resulta que, a lo mejor no es tan malo, y a la afición le importa un carajo el dinero con tal de tener las huellas de Iker sobre el área del Bernabéu. Es muy común escuchar aquello de que no se valora algo hasta que lo pierdes. Por el bien del Real Madrid y del fútbol que Casillas se quede. Mucho tiempo. De por vida si hace falta. Las rachas no dejan de ser más que eso, rachas, para lo bueno y lo malo. Con dos buenas paradas que haga el bueno de Iker volverá a tener portadas y palmaditas en ese número uno que porta su camiseta.
Siete bajas merengues
Las facultades de medicina de la Comunidad de Madrid no dan abasto. Los alumnos tienen tantas ganas de finalizar sus estudios porque saben que, a día de hoy, el Real Madrid sería un filón de oro para ellos. Excepto en la portería, ninguna línea del campo está virgen de lesiones. Diarra ha el último nombre que se ha conocido que deberá tomar las uvas con una rodilla operada. Si al de Mali unimos a Van Nistelrooy, De la Red, Pepe, Torres, Sneijder y Heinze obtendríamos un equipo de garantías para jugar una Liga de alto nivel de fútbol 7. Además, el último tulipán blanco, Huntelaar, tampoco estará disponible hasta enero por cuestiones burocráticas, a la par que físicas.
Desde primera hora de la mañana el madridismo juega su particular partido. La Asamblea de compromisarios puede marcar el ánimo del estadio blanco para con los jugadores. Si Raúl o Saviola son capaces de marcar pronto, cualquier conato de abucheo dejará paso a los aplausos o, cuando menos, a la división de opiniones, como en los toros. De no ser así, la fiebre y la gripe son de tan fácil aparición como la lluvia y la nieve en estas fechas.
Cuatro partidos encierran el Real Madrid-Sevilla. El más importante, el que mañana provocará la sonrisa o el enojo en las oficinas y en los trabajos de los madridistas, será el que campe a eso de las 23:00 en el luminoso. Decía la Gestalt, una escuela psicológica alemana, que “el todo es más que la suma de las partes”. El Bernabéu espera que ese todo sean muchos goles a favor de los suyos y, si alguien pierde su parte del partido, se quede sólo en eso, en un fallo particular.
Alineaciones probables:
Real Madrid: Casillas; Míchel Salgado, Sergio Ramos, Cannavaro, Marcelo; Robben/Drenthe, Guti, Gago, Van der Vaart; Raúl e Higuaín.
Sevilla: Palop; Konko, Squillaci, Escudé, Fernando Navarro; Jesús Navas, Duscher, Romaric, Adriano; Renato y Kanouté.
Árbitro: González Vázquez (Comité Gallego).
Estadio: Santiago Bernabéu.
Hora: 21:00.
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