Con él sobre el campo, el Madrid ha ganado doce de los quince partidos, el último en el Santiago Bernabéu ante el Valladolid (7-1). Sin embargo, el árbitro andaluz arrastra un lunar en su currículum desde hace tres temporadas, cuando le regaló la victoria al Celta de Vigo en el coliseo blanco.
Entonces, Robinho estuvo a punto de vivir el debut soñado en su estadio (era la segunda jornada de Liga), si Ramírez Domínguez no se lo hubiera aguado al anularle un gol legal que debió subir al marcador. No conforme con éso, a quince minutos del final del encuentro, y con empate a dos en el electrónico, el colegiado andaluz decidió validar un gol al Celta tras un tiro de Cannobio que no rebasó la línea de meta, dejando al pobre brasileño y al resto del madridismo con la sensación de que la victoria les había sido quitada de las manos.
Así lo registraron todos los diarios del país al día siguiente, desde As y Marca, pasando por El País, El Mundo, La Razón o ABC, e incluso el Sport, que tildaban de "atraco" lo visto en el Santiago Bernabéu. Sólo queda esperar que el sábado a las 20:00, ni Ramírez Domínguez ni el Real Madrid revivan una noche tan desafortunada como la de entonces.
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