El Madrid desconoce la reglamentación

La UEFA no permitió al Mónaco hace tres años insciribir a Di Vaio





El Mónaco, que estaba disputando la Copa de la UEFA, fichó a Christian Vieri y al mencionado Di Vaio. Intentó tramitar sus licencias en la UEFA, pero ésta no se lo permitió, ya que Vieri había disputado esa temporada cinco encuentros de Champions League con el Milán y Di Vaio había intervenido en la Intertoto con el Valencia. Francesco Guidolin, entrenador del equipo monegasco, hubo de elegir entre Vieri y Di Vaio, y optó por el primero. Pudo, eso sí, inscribir a sus otros dos refuerzos invernales, Manuel Dos Santos y Alexandre Licata, ya que ellos no habían intervenido en ninguna otra competición organizada por la UEFA.

Mientras en el Real Madrid siguen sin admitir su error y aseguran con absurda tozudez que no habrá problemas para inscribir a Huntelaar y a Lassana Diarra porque ninguno de ellos ha jugado esta temporada en la Champions League, fuentes de la UEFA consultadas ayer por Defensa Central confirmaban que no ha habido ninguna modificación en la reglamentación y que el Real Madrid sólo podrá inscribir a uno de sus nuevos refuerzos si estos han jugado en otra competición (Parejo, por tanto, no tendría ningún problema para ser inscrito). Hay que recordar que todos las negociaciones emprendidas por el Real Madrid en las última semanas se basaban en una condición: que los posibles refuerzos pudieran ser inscritos en la Champions League.

En un comunicado de cinco puntos emitido ayer, el Real Madrid anunció que presentará ante la UEFA sus argumentos para tratar de inscribir en la Liga de Campeones a Huntelaar y Diarrá, ya que sus servicios jurídicos entienden que "cabe otra interpretación" de la normativa de la UEFA. El Real Madrid sostiene que no hace fichajes para una única competición y que "la eventualidad de que uno de los dos jugadores no pudiera ser inscrito para participar en la Champions, de acuerdo con una determinada interpretación de la normativa UEFA, era perfectamente conocida por los Servicios Jurídicos del Club".

Éstos, añade, "consideran, no obstante, que cabe otra interpretación de los artículos 17.17 y 17.18 de dicha normativa, ya que a su juicio, ésta persigue evitar que se adultere la competición por el hecho de que un jugador participe en el mismo torneo con un equipo, habiéndolo hecho anteriormente con otro, y es obvio que ese riesgo no se produce cuando la participación tiene lugar en competiciones distintas. En tal sentido, el club procederá a elevar su argumentación ante la UEFA".


El club señala que las incorporaciones de Huntelaar y Diarrá, así como "cualquier otra que pudiera producirse en estos momentos", responden a las necesidades inmediatas del club por las numerosas lesiones, pero no pueden ser "ajenos a la planificación deportiva a medio y a largo plazo, como prueban tanto la importante inversión realizada, como la duración de más de cuatro años de sus contratos".

"Al margen de esas valoraciones jurídicas, tanto la Dirección Deportiva, como el entrenador aconsejaron el fichaje de ambos jugadores, por entender que era conveniente para los intereses presentes y futuros del Club", agrega el comunicado.

El Real Madrid concluye en su nota que "fichar exclusivamente con la vista puesta en las próximas eliminatorias de la Champions supondría minusvalorar la capacidad de los jugadores actualmente disponibles en la plantilla del Club e ignorar las expectativas que sigue manteniendo en la Liga española".

El comunicado parece encaminado exclusivamente a lavar la imagen del club, insistiendo una y otra vez en que los Servicios Jurídicos eran conscientes de que podrían toparse con un veto de la UEFA. Sin embargo, hay que recordar que ésta no es la única metedura de pata de semejante calibre protagonizado últimamente por esos Servicios Jurídicos. Hace justo dos años, el  Real Madrid acordó con el Milán el traspaso de Oliveira, pero la operación hubo de cancelarse  in extremis cuando el club español se enteró de que la FIFA no permitía que un jugador cambiara más de dos veces de club en una misma temporada (Oliveira había sido vendido por el Betis al Milán seis meses antes).