Con Juande, jugadores como Metzelder han retomado la confianza en sus posibilidades y han ganado en presencia con más minutos. Algo similar pensó Javier Saviola, que ya coincidió con Juande en su etapa como sevillista, recordando buenos momentos, algún título y un regreso atrayente tras haber tocado el ocaso en el Barcelona y haber sido incluso cedido al Mónaco.
Sin embargo, el argentino conocía que detrás de aquellas estadísticas y una supuesta mejoría personal con el manchego, las cosas no iban a ser nada fáciles pues su relación en Nervión no fue, pese a todo, nada agradable. Se ignora si existieron roces más allá de la exigencia de minutos que pedía de vez en cuando el delantero, pero lo bien que empezó aquél 2005 para el ‘conejo’, terminó en un distanciamiento que le abrió la puerta del Pizjuan de par en par con la baza de su alto salario.
En números, los 15 goles en 43 partidos oficiales con la casaca andaluza no parecen malos registros pero fue sustituido en trece de ellos. Esa dinámica fue lastrando al argentino con el paso de los partidos y Juande dejó claro a sus allegados deportivos que la ficha de Saviola era excesiva. Por ello, en lugar de ofrecerle la renovación (que exigía hablar con el Barcelona como propietario de sus derechos), promovió una opción opuesta que apuntaba a la adquisición de otro punta más cercano a sus gustos y necesidades. El jugador dijo a sus agentes que si el técnico seguía, su deseo era romper con los andaluces.
En lugar de invertir los costes de una operación que no aseguraba el buen rendimiento, Juande prefirió apuntar nombres como Chevantón (que llegó meses después), Luis Fabiano (que llegó con el argentino pero su continuidad dependía de los euros) Diego Forlán y hasta Huntelaar, que curiosamente ahora se vuelve a cruzar en el camino del ex de River Plate.
Así pues, la pura realidad de Saviola parece encaminada a buscarse un nuevo alojamiento o esperar que juande salga por la puerta de atrás del Bernabeu a final de campaña. La decisión, como siempre, se antoja difícil teniendo en cuenta que como ya sucediera por entonces en Sevilla, el Real Madrid también le asegura un contrato de altas pretensiones y que difícilmente puedan igualar desde el exterior.
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