El de Móstoles fue convocado por primera vez a los 16 años, cuando Jupp Heynckes quedó huérfano de porteros para un duelo de Champions en Noruega. Aunque finalmente no tuvo unos minutos para disfrutar, aquella llamada al orden mientras se encontraba en el instituto de la localidad madrileña, pasará a sus mejores recuerdos. Oficialmente, debutó el 12 de septiembre de 1999 en San Mamés, uno de los estadios que peor le ha tratado desde entonces en sus visitas como madridista.
Meses después recibió el premio Bravo a la mejor promesa del fútbol mundial y lo rubricó a lo grande al ser el guardameta más joven en conquistar una Champions League. Desde entonces, ha sumado cuatro Ligas, tres Supercopas de España, dos Champions, una Supercopa de Europa y una Intercontinental.
El título logrado con la Selección Española este pasado verano en la Eurocopa y el título a mejor arquero del 2008, le han hecho cerrar un año espectacular. Ahora, en el inicio de año, ha vuelto por sus fueros con varios partidos a gran nivel y recordando al portero imbatible que llena de gloria a la entidad.
Por su juventud y teniendo en cuenta que tiene contrato indefinido hasta el año 2017 (renovándose anualmente si juega 30 partidos), los registros de Iker pueden romper los de todas las leyendas madridistas. Es considerado el mejor portero mundial en la actualidad y amenaza con mantener ese estatus durante muchos años.
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