Las cuatro victorias consecutivas y la crisis institucional derivada de la dimisión de Calderón han desviado la atención del madridismo en lo que respecta a los fichajes, hasta el punto de que la dirección deportiva se encuentra literalmente parada a una semana de que se cierre el mercado invernal. Sin embargo, hay alguien en el club merengue que no se ha olvidado de los refuerzos.
Ése es Juande Ramos, que sigue insistiendo en que haría falta un nuevo extremo que apuntale la plantilla. El manchego está utilizando regularmente a Robben y Sneijder, que no tienen unos sustitutos a sus alturas. El técnico casi no cuenta con Drenthe (al que le dejó fuera de la convocatoria ante el Osasuna), y ha probado adelantando a Marcelo, pero tampoco le convence (el brasileño tampoco fue convocado para el partido de ayer ante el Deportivo). Vicente Boluda estuvo el sábado en Valdebebas, y Juande así se lo hizo saber al presidente blanco.
Una vez transmitidas las peticiones, la pelota está en el tejado de Boluda y de la directiva madridista, que se reúne hoy. El presidente ya dijo que no habría fichajes durante su mandato transitorio, pero aún así comunicará a su junta directiva la necesidad de contratar al ecuatoriano Valencia (es el que más gusta a Juande y podría jugar la Champions) para tomar una decisión consensuada. De momento la balanza no está del lado del entrenador, pero en el Real Madrid todo puede pasar, y aún queda una semana para convencer al Wigan de que rebaje sus pretensiones económicas -tras pedir algo más de 15 millones de euros- por el extremo ecuatoriano, al que también siguen Chelsea y Manchester United.
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