Sin embargo, el actual director deportivo pretende marcharse con un último fichaje bajo el brazo y este apunta directamente a San Mamés. El objetivo es el obelisco bilbaíno, un Fernando Llorente en estado de gracia y en plana progresión. Nadie ignora que el delantero del athletic está dando un paso de gigante en esta campaña en la que ya suma nueve goles que, además de colocar al club vasco en una zona muy tranquila de la clasificación, le pueden llevar a la finalísima de Copa del Rey.
Todo ello no ha pasado desapercibido para el actual seleccionador, un Vicente del Bosque que le tiene especial aprecio y sabe que, por altura y condiciones, puede ser un artillero letal tanto en su faceta goleadora como en las alternativas que pueden manejarse en torno a él.
Buscando esas condiciones está un Mijatovic que ya conoce de primera mano las exigencias de tal operación. Llorente tiene contrato hasta el 30 de junio de 2011, ya que renovó tras la salida de Javier Clemente, justo cuando pensó en ser cedido tras varios meses nulos en el banquillo. Ahora, todos miran a su cláusula, que llega a los 30 millones de euros pero que pueden incrementarse a partir de la próxima campaña a 50, ya que así lo estipula su vinculación al club bilbaíno.
La más que segura marcha de Saviola unida a la ausencia de un jugador de sus características, juega a favor del navarro, que daría un paso definitivo en su carrera y llegaría con apenas 24 años a la disciplina del actual campeón de Liga.
Llorente, que debutó el 16 de enero de 2005, siempre ha sido una de las perlas de la cantera española y, entre otros méritos, fue Bota de Plata en el mundial Sub 20 de 2005. Un auténtico hombre de área con una corpulencia única que Mijatovic quiere dejar en el Bernabeu justo antes de su marcha.
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