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En Gijón volverá a tener casi un equipo viendo el partido desde casa y aún así se espera ya no que mantenga el tipo, sino que gane al Sporting en El Molinón. De las nueve ausencias, cuatro o cinco serían titulares habitualmente: Van Nistelrooy, Diarra, Sneijder, Guti y Robben, lo que supone casi un cincuenta por ciento de su alineación.
Pero, además, tampoco estarán hombres que ejercen de jugador número 12, como Van der Vaart, De la Red o en defensa Metzelder. Esto ha obligado al club a maniobrar en el mercado de invierno para reforzar una plantilla rota y perseguida por las lesiones y ya da lo mismo sea quien sea el responsable porque los percances siguen apareciendo. Además, hay que sumar a Michel Salgado, un jugador que sin ser titular siempre da ejemplo por su carisma, galones y permanente pelea.
Lucha contra las lesiones y los árbitros
En El Molinón, salvo curiosamente la defensa, el Madrid se presenta con un equipo que a base de trabajo ofrece garantías para seguir peleando por una Liga en la que el Barcelona sigue sobreviviendo de las ayudas arbitrales, como quedó patente anoche en Sevilla, donde Iturralde le facilitó vergonzosamente el empate con un penalti que sólo le pitan a favor al Barcelona.
Por todo ello, con lesionados y contra la mafia deportiva arbitral del villarato, el Real Madrid tiene que seguir luchando contra los elementos. En inferioridad con su eterno rival, pero si por algo se ha caracterizado siempre este club es por luchar cada balón y buscar el triunfo con limpieza. Eso sí, los árbitros ya no es que no le regalen nada sino que se ceban en él con tarjetas y minando su fuerza mental.
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