Otra tarde sin recibir goles

El Real Madrid suma su cuarto partido consecutivo sin encajar un solo gol y refleja su mejoría en tareas defensivas.





Sin embargo, en El Molinón todo salió a pedir de boca. Higuaín funcionó extraordinariamente como asistente y principal referente ofensivo mientras Huntelaar y Raúl ‘mojaron’ para empezar o agrandar su historia con la elástica blanca.

Más allá de ese caudal atacante, el equipo estuvo perfecto en su línea trasera, donde Pepe y Cannavaro siguen dando ejemplo de experiencia y saber estar, algo que han ganado con el nuevo sistema de Juande. Los laterales, Heinze y Ramos, volvieron a tapar bien sus bandas y, sobre todo en el caso del sevillano, se mostraron atrevidos como carrileros y llegaron hasta línea de fondo ampliando así las alternativas de cara a la portería de Lafuente.

Dicho entramado generó un partido firme en defensa, donde los gijoneses apenas llegaron a las inmediaciones de Casillas, que sumó su cuarto partido consecutivo sin recibir un gol. Desde que el osasunista Nekouman lograra anotar el pasado 18 de enero en el Santiago Bernabeu, el equipo blanco no sabe lo que es recibir un gol.

Es más, la racha es más que favorable con el técnico manchego, ya que el Real Madrid sólo ha recibido tantos en uno de los últimos ocho encuentros ligueros, lo que realza sus opciones de luchar por el campeonato y le da firmeza a la hora de marcarse objetivos. Juande sabe que todo equipo necesita seguridad y esta, en el Real Madrid, arranca desde la portería.