Guti, reconocimiento pasados los 30

Este año ha sido uno de los jugadores que más minutos ha disputado





Han pasado ya doce temporadas desde que José María Gutiérrez debutara con el primer equipo del Real Madrid, de la mano del por aquel entonces técnico Jorge Valdano. Lo hacía en el Santiago Bernabéu, ante el Sevilla, donde saboreó su primera victoria con la blanca (4-1). Empezó entonces una andadura, en el que ha sido su primer y único equipo en Primera, que ahora ha dado sus frutos.

Durante sus primeros pasos, Guti fue un jugador de plantilla. Sin disponer de muchos minutos en el césped, tenía que conformarse con ver "los toros desde la barrera", al estar relegado al banquillo de manera permanente. Con la llegada de Vicente del Bosque al equipo técnico, en la 99/00, comenzó a disfrutar más del juego, ejerciendo incluso de delantero centro ante las necesidades del equipo la temporada siguiente, saliendo muy bien del paso tras firmar 14 goles al término de la Liga.

El tiempo le asentó como centrocampista, lugar desde el que Guti se mantuvo paciente, expectante en todo momento para dar el gran paso en su carrera y conformarse como uno de los iconos madridistas, uno de los pesos pesados del vestuario, uno de los indispensables. Y poco a poco lo fue consiguiendo. En la temporada 2002-2003 jugó más partidos como titular en Liga(18) que como sustituto (16), tónica que se ha ido repitiendo, en línea ascendente, las campañas siguientes. En la 2003-2004, la balanza era de 16 titularidades frente a 10 sustituciones. En 2004-2005, fue titular en 19 partidos. A la siguiente, la titularidad fue casi indiscutible, pisando el césped desde el pitido inicial en 28 ocasiones. 21 veces formó parte del once titular en 2006-2007 y 24 en la pasada temporada.

Este año, Guti ha tenido la recompensa a su trabajo, con su quinta Liga como madridista y con el mayor número de minutos jugados desde que llegó a la casa blanca. Con Schuster en el banquillo ha jugado un total de 2.252 minutos en 29 partidos, 24 de ellos como titular. Sus asistencias, sus pases, su madurez futbolística y su buena dirección en el medio campo han dado frescura al juego del equipo. No le vimos en el Reyno, por lesión, pero sí en otras muchas citas trascendentales para la obtención del título. Como en la goleada de los blancos al Valladolid (7-0), en la que participó, además de con dos goles, con cinco asistencias determinantes para el resto de los tantos.