El portugués fue expulsado tras cometer el penalti que Casquero falló al final del partido por tirarlo a lo Panenka, y el árbitro reflejó en el acta que hubo "agresión, puñetazos e insultos". El colegiado apuntó que hubo una agresión a Casquero cuando éste estaba en el suelo, un puñetazo a Albín, que se fue del terreno de juego llamando "hijos de puta" al cuarto árbitro, y que entró al césped para celebrar el último gol. Delgado Ferreiro no reflejó que el portugués se arrepintió de inmediato nada más terminar el encuentro, ni se fijó en si había penalti de Cata Díaz a Higuaín en la jugada anterior, pero sí que se fijó en todas las irregularidades de Pepe.
Fue precisamente en esa jugada cuando Higuaín vio su quinta tarjeta amarilla del campeonato que, en principio, le impedirá jugar en Sevilla. En principio porque el club blanco está dispuesto a recurrirla al Comité al verse claramente en las imágenes de televisión que Cata Díaz derriba al delantero argentino y que éste no se deja caer simulando penalti.
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