El centrocampista merengue abandonó el miércoles las instalaciones del Real Madrid cojeando ostensiblemente y se dirigió a hacerse las pertinentes pruebas en el Hospital Sanitas La Moraleja. Allí, tras la resonancia magnética a la que fue sometida, se le diagnosticó "un esguince de grado II del ligamento lateral externo sin afectación ósea". Guti salió del hospital en muletas y confirmó que era prácticamente imposible llegar a tiempo. Pero ayer se pudo saber que no es una utopía su participación en el clásico.
El fisioterapeuta Pedro Chueca, que cuenta con unas manos milagrosas, trató ayer y hoy hará lo mismo, el tobillo de Guti. Chueca tiene en su curriculum muchos antecedentes de recuperaciones 'in extremis'. Por ello, el de Torrejón aún no ha tirado la toalla y confía en poder jugar el sábado. Todo dependerá de una prueba que pase hoy en el verde de Valdebebas. Si todo va bien, Juande lo incluirá en la convocatoria.
RAÚL TIENE ESPERANZAS
La importancia de Guti en los dos últimos partidos del Madrid ha calado en el equipo, que ahora mismo le considera clave, como demostró ayer Raúl, el capitán, al ser preguntado por el ‘14’: "Lo de Guti ha sido una pena y ojalá que llegue a tiempo. Pero parece casi imposible después del golpe y de verle cojear hoy".
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