Así fue la primera etapa de Florentino en el Madrid

CON FIGO, ZIDANE Y RONALDO SE FIRMARON LOS MEJORES AÑOS DE FLORENTINO

El reputado empresario llegó al Real Madrid de la mano de Luis Figo, por el que pagó la cláusula de 10.000 millones de pesetas, y flanqueado también por un mediocentro que caló en el madridismo: Claude Makelele. A estos dos jugadores se unieron también otros como Solari, Flavio, Munitis o César Sánchez, mientras que abandonaron la nave blanca jugadores como Bizarri, Karembeu, el conflictivo Anelka, Seedorf, Congo y Redondo. La marcha del argentino levantó muchas ampollas entre los aficionados merengues, pero su posterior lesión ya en el Milan, unido a la Liga conseguida esa temporada 2000-01, ayudaron a asentar a Florentino entre el madridismo.

La temporada siguiente, el presidente merengue logró superarse en el mercado de fichajes al traer a Zinedine Zidane a Concha Espina. El francés llegó tras el pago de algo más de 12.000 millones de euros que, a la postre, fueron bien amortizados pues el francés se convirtió en un símbolo del madridismo, dándole la novena Copa de Europa esa misma temporada 2001-02. Además de esa Champions, también se ganó la Supercopa de España, en lo que entonces era el segundo título de Florentino en el Madrid.

La temporada 2002-03 llegó el turno de Ronaldo, el brasileño fue la tercera gran adquisición del presidente, en lo que se consideró como el inicio de la etapa galáctica del Madrid, dada esta política de 'Zidanes y Pavones' de fichar a una gran estrella por curso. Con el brasileño en las filas merengues, el Real Madrid consiguió la Supercopa de Europa, la Copa Intercontinental y un nuevo título de Liga en la que bien pudo ser la mejor etapa del presidente en la entidad madridista.

EL ÚLTIMO TÍTULO SE CONSIGUIÓ EN LA TEMPORADA 2003-04

Ese mismo verano, tuvo lugar una pequeña revolución que años más tarde se entendió como el principio del fin. Beckham llegó al Madrid en un traspaso que dio la vuelta al mundo, pero Florentino dio salida a otros jugadores como Hierro, Makelele o el técnico Vicente Del Bosque, lo que empezó a transformar el ambiente en el club. Ese año comenzó con la consecución de la Supercopa de España ya con Carlos Queiroz en el banquillo, pero terminó con la final perdida de la Copa del Rey ante el Zaragoza, un severo golpe al corazón del madridismo, que por primera temporada desde que llegara Florentino, acababa el año sin un gran título en sus vitrinas.

A pesar de que el año anterior se saldó en blanco, Florentino fue reelegido en el verano de 2004 por un abrumador 94,2% de los votos en las elecciones a la presidencia, y decidió reforzar la plantilla con Michael Owen, pero también con defensas como Samuel y Woodgate. Para el banquillo escogió a Camacho, que se bajó de la nave merengue a los pocos meses, y mientras que se fichó a Wanderlei Luxemburgo en diciembre, fue García Remón el que entrenó al conjunto blanco. Todos estos cambios terminaron de enrarecer el ambiente de un vestuario al que se le acusaba de estar lleno de vedettes, y esa temporada tampoco se consiguió ningún título.

Quizá por eso, en el verano de 2005 Florentino revolucionó el mercado de fichajes. Jugadores como Figo, Owen, Samuel, o Solari dejaron el club, mientras que se invirtieron 90 millones de euros en traer a futbolistas como Baptista, Cassano, Robinho, Sergio Ramos o Cicinho, entre otros. Unas adquisiciones que no terminaron de cambiar el rumbo de un Real Madrid que no carburaba a nivel deportivo, lo que terminó por motivar la dimisión de Florentino Pérez a finales de febrero del año 2006. El presidente alegó que quizá había mimado demasiado a los jugadores y que creía que, con su marcha, el club retomaría la senda de los triunfos.

NO HA HABLADO DEL MADRID DESDE FEBRERO DE 2006

Así fue como puso punto y final a una etapa en la que el Madrid volvió a estar situado entre los equipos punteros de Europa, siendo el más rico del mundo, y con la Ciudad Deportiva más grande y moderna de entre todos los clubes deportivos. Y en el otro lado de la balanza, el vedettismo, la polémica marcha de Hierro y Del Bosque, así como la permisividad para que Etoo y Ronaldinho llegaran al Barcelona fueron algunos de los puntos negros que empañaron de alguna manera la trayectoria de Florentino Pérez en su primera etapa en el Real Madrid.