Y es que Mahamadou Diarra se había convertido en un auténtico talismán para alzarse con el título de Liga después de haberla conseguido de forma consecutiva desde el año 2003, donde se coronó campeón en Francia con el Olympique de Lyon. El malí vivió la Edad de Oro del conjunto francés y, tras ese primer título en la temporada 2002-03, consiguió hasta cuatro campeonatos más en la Ligue 1.
En el verano de 2006, decidió cambiar de camiseta y trasladarse a España para jugar en el Real Madrid. Fabio Capello fue el técnico elegido por Ramón Calderón y Pedja Mijatovic para dirigir su proyecto deportivo y, desde el primer momento, el centrocampista malí fue uno de los fijos en los esquemas del técnico italiano. Así, tras una irregular temporada, el Madrid consiguió la Liga en la última jornada ante el Mallorca, con un gol del propio Diarra, que reafirmaba así su condición de jugador talismán.
Tras ese quinto título de Liga consecutivo para Mahamadou, llegó el sexto con un Madrid dirigido por Bernd Schuster. Pero en la presente temporada, todo se ha torcido para el malí. Empezó con una lesión que le ha impedido jugar durante la mayor parte del año, y ha terminado con el fin a esa magnífica racha que duraba ya seis años nada menos.
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