El dirigente blanco llegó al club con la intención de ir sumando nombres a su proyecto y dotarlo de contenido para afrontar con el máximo de garantías todos las competiciones que tendrá el equipo la próxima temporada. Cristiano Ronaldo entra dentro de ese equipo pero la herencia que recibió de Ramón Calderón no le gustaba al nuevo presidente blanco.
No le gustaba por dos razones. La primera porque Calderón se había erigido como el ‘salvador’ madridista al asegurar el fichaje. Y, el segundo, porque las condiciones en las que había asegurado la contratación del luso eran leoninas en una demostración de la desesperación del ex dirigente de dar un golpe de efecto a su gestión.
Política de regeneración en las relaciones con el United
Florentino tiene claro que Cristiano Ronaldo quiere jugar en el Real Madrid, pero no quería que fuese a costa de seguir ensuciando las relaciones con el Manchester United. Por eso, el presidente inició una política de regeneración de esas relaciones totalmente deterioradas.
Una política positiva porque Ferguson sabe que Cristiano tiene su palabra de dejarle marchar, pero el manager estaba cabreado como una ‘mona’ por las salidas de tono y los desafíos de un Calderón desatado. Ahora, con la vuelta a la calma, al sosiego y al respeto, la operación puede estar cerca de cerrarse si no es que está ya hecha. Recordemos que el compromiso privado que tienen ambas partes, Madrid-CR7, tiene fecha de caducidad el 30 de junio por lo que el anuncio podría hacerse en esta horquilla de tiempo.
De momento las partes guardan silencio, pero el traspaso de Cristiano Ronaldo al Real Madrid puede ser anunciado en cualquier momento o estar pendiente sólo de que Huntelaar acepte entrar en la operación para abaratarla y que se quede en 60 ó 65 millones de euros, cantidad en la que FP pretende pagar por el portugués al Manchester United.
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