Kaká sólo aceptó pronunciar unas palabras de agradecimiento como despedida hacia la afición de Milán como consecuencia de la importancia que había tenido su paso por el club italiano en el desarrollo de su carrera: "No hablo más que de la selección. Todo lo que tenía que decir sobre la negociación y la contratación, lo dije en su momento", afirmó el jugador, quien tampoco respondió a una pregunta sobre la posible incidencia, según el presidente del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, de su salida del Milán en el resultado de las elecciones europeas celebradas la semanas pasada en Italia.
Sobre este asunto, Kaká no se pronunció tanto por iniciativa propia como por indicación de Carlos Verri "Dunga", el seleccionador brasileño, que estaba sentado a su lado y que le instó a no responder.
El nuevo jugador del Real Madrid se centró en la Copa y recordó que en cualquier competición, "Brasil siempre es favorito", pero que en esta ocasión, el torneo también se presenta como un test para su selección, que juega casi siempre contra equipos de Sudamérica y que ahora va a medirse a equipos diferentes y de otros continentes: "Además, este torneo nos debe servir para avanzar en la preparación de cara a la Copa del Mundo", señaló Kaká.
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