El jugador galo percibe en el Bayern de Munich cerca de 4 millones de euros netos por temporada (3.8 concretamente), sin embargo, y tras una conversación mantenida con el asesor a la presidencia del club madridista, Zinedine Zidane, Ribéry le habría confirmado la opción de ver reducida su ficha si se consuma su fichaje antes de que se cierre el mercado de fichajes.
El gesto de Ribéry es digno de elogio. El francés le habría confesado a Zidane que bajarse el salario sería una muestra de agradecimiento al club blanco por sus ganas de contar con él en la plantilla de la próxima temporada a pesar de encontrarse con ese muro germano llamado Bayern de Munich.
Por su parte, Zidane le agradeció su predisposición y le tranquilizó al decirle que no le iban a dejar en la estacada. De esta forma, los madridistas planean realizar una nueva oferta a los alemanes para sacar a Ribéry de Alemania. La última intentona blanca se elevó hasta los 50 millones de euros pero no hubo manera. De todas formas, Alain Migliaccio, representante de Ribéry, sigue haciendo el trabajo sucio, y ha vuelto a contactar con Uli Hoeness, manager del Bayern, para pedirle que escuchen la próxima oferta que les llegará procedente del Bernabéu. El culebrón Ribéry, por tanto, continúa. Y es que como dijo Pardeza, hasta el 31 de agosto cualquier cosa puede pasar.
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