Primer test serio del nuevo Madrid

Esta película que se espera sea el choque entre madridistas y juventinos puede que no sea dramática y sí divertida o viceversa. Con equipos como la Juventus sabes que el género Screen puede estar presente durante 90 minutos porque le da igual que sea amistoso, de Liga o de Champions. Los juventinos son fieles a su historia y saben a lo que juegan. Juegan mal, sí, pero saben que esa es su forma de juego.

El Real Madrid, por su parte, con gran parte de sus actores principales poniéndose en forma en la capital de España sigue en busca de su identidad. Pellegrini volverá a apostar por el famoso 'cuadrado mágico' que ya impuso en su momento el brasileño Luxemburgo. En él, los extremos pierden importancia, y no sería de extrañar ver a Granero, un jugador fácilmente adaptable a ese estilo de juego, en el equipo titular. La gente del Bernabéu le ha tomado en estima y eso es condición equivalente a oportunidad.

Si todo transcurre como se presupone, el Madrid controlará la pelota (ya era hora después de jugar como un equipo de medio pelo gran parte de la temporada pasada) y será la Juventus de Cannavaro la que corra detrás de la pelota. El italiano, gracias a Dios, volvió a su país sin que el Madrid tuviera que meterle mano a la caja fuerte pues Ramón Calderón tenía apalabrada su renovación con los blancos antes de salir por la fuerza del Bernabéu.

La Peace Cup no es la Liga de Campeones pero un enfrentamiento ante la Juventus no puede calificarse de amistoso. Cristiano Ronaldo y Benzema deben empezar a demostrar el precio de sus traspasos en partidos ante equipos medianamente importantes. A la espera de Kaká y Xabi Alonso, la reválida le llegará a la línea del centro del campo. La que debe crear ese fútbol espectácular que se había prometido. Y las promesas hay que cumplirlas. Si es ante la Juve, mejor que mejor.