Ramón Calderón no se lo esperaba

Tensa Asamblea con duras críticas al presidente







Lo que en un principio se preveía como una mañana plácida y exitosa para Ramón Calderón y su Junta Directiva, en el día en que el equipo celebró el título de Liga, fue convirtiéndose en una mal trago para el presidente del Madrid. Ya desde el discurso del mandatario blanco previo al turno de ruegos y preguntas, recibió los primeros pitos de la mañana al asegurar que se le había dado la oportunidad a los socios de acudir al palco de honor para ver los partidos, afirmación que fue tomada mal por los 896 socios compromisarios de los 2.100 que acudieron a la Asamblea.

Pero era sólo una pequeña muestra de lo mal que acabaría la Asamblea para Ramón Calderón. El turno de ruegos y preguntas fue aprovechado por 29 socios compromisarios para tomar la palabra. De todos ellos, sólo ocho declararon en su turno estar a favor de estos nuevos estatutos, por lo que la votación tomaba un claro color rojo, el de la papeleta que votaba en contra de la reforma de los estatutos.

LOS SOCIOS, MUY CRÍTICOS

El socio número 15.199, Carlos Mendoza, fue el primero en abrir el turno de los compromisarios y dejar claro que el turno de ruegos y preguntas se presentaba "difícil" para el presidente. Este socio mostró su disconformidad con dos puntos que, más adelante, también serían criticados por otros socios: tener que votar en bloque los nuevos estatutos y no artículo por artículo y mostrar su disconformidad con el artículo 23 que, según ciertos socios presentes, da la posibilidad a la Junta Directiva de endeudar al club. Otros socios mostraron su desacuerdo con otros aspectos como la elección de los socios compromisarios. Los vigentes estatutos establecen que un socio debe dar tres avales para ser compromisario y en los nuevos estatutos sería por sorteo. Este punto fue calificado de poco serio por los compromisarios asistentes. La anticonstitucionalidad de los nuevos estatutos; el aumento de poder de la Junta Directiva por contra de la disminución del mismo de la Asamblea de socios compromisarios; la ampliación de la denominación del club a Real Madrid Club de Fútbol y de Baloncesto; y la obligatoriedad de acudir a una estafeta de correos para votar por correo, fueron otros aspectos criticados por los compromisarios.

Pero los socios compromisarios no sólo fueron duros en sus intervenciones en lo referente a la aprobación de los nuevos estatutos. El permanente nombre del Real Madrid en los juzgados que ha dañado la imagen del club también fue motivo de reproche al presidente, así como la prepotencia y la falta de humildad en ciertas declaraciones (como las del señor Miguel Ángel Arroyo sobre que hay dinero de sobra para fichajes, según el socio 6.723, Jesús López). Pero hubo más. Otros socios que intervinieron en el turno de ruegos y preguntas reprocharon al presidente el modo de actuación a la hora de votar: a mano alzada, y no en urnas; el endeudamiento del club cuando el presidente desembarcó en una entidad saneada económicamente; o el aviso de esta Asamblea con una nota en la página web y no enviando una carta a los compromisarios.

Pero no todo fueron críticas al presidente. Otros socios, los menos, afirmaron estar a favor de estos nuevos estatutos y elogiaron la transparencia de ellos, pero los silbidos y abucheos del público atronaban cuando aseguraban esto y, además, eran acusados y señalados al grito de ”œvendidos”.

Las anécdotas de la mañana fueron varias. Destacar sobre todo la última comparecencia de los socios compromisarios, la de Juanito Navarro. El actor, de 82 años de edad, y tras comprobar lo crispada que estaba la Asamblea, finalizó su turno con la siguiente afirmación: ”œOs pido cordura, sensación, amistad y votar al que os salga de los cojones”. Pero las anécdotas no se quedaron ahí. El socio número 17.545 Antonio Mata, cuestionó al presidente que cual había sido el papel de Blade Divac en el Madrid cobrando 200.000 euros. O el socio 6.723, Jesús López, afirmó que Calderón era un gafe y un ingenuo.

Así que como la cosa pintaba mal, acabó peor, y la votación, en contra de la aprobación de los nuevos estatutos, se hizo a la vez que la sala gritaba dimisión al presidente en varias ocasiones. Ahora, habrá que ver que efecto tiene este ”˜palo”™ en el presidente blanco y si se realiza una nueva propuesta de reforma de los Estatutos.