A pesar de que ayer por la tarde, una vez más no se le pudo ver sobre el césped de Valdebebas, la presencia de Sergio Ramos ante el Espanyol no está descartada aún completamente en el Real Madrid. El jugador evoluciona muy favorablemente de esa tendinitis en el tendón de Aquiles que le ha mantenido dos meses y medio en el dique seco, y ya no siente molestias al ejercitarse, algo que hace unas semanas era todo un quebradero de cabeza para el de Camas.
El '4' merengue lleva varios días entrenándose en exigentes sesiones dobles en la Ciudad Deportiva de Valdebebas con el objetivo de coger la forma que ya han adquirido sus compañeros una vez completada la pretemporada, y es posible que se una al grupo esta misma semana. Ayer superó ampliamente unas pequeñas pruebas para evaluar el estado de su lesión, y hoy mismo pasará otro test.
Sin embargo, ni el propio jugador ni el cuerpo técnico del club blanco está dispuesto a arriesgar lo más mínimo en la recuperación de Sergio Ramos. El año pasado jugó varios partidos con dolencias, e incluso terminó la temporada con una pubalgia, y no quieren que se vuelva a repetir esa situación en esta campaña. Primero porque no es bueno para el estado de salud del jugador, pero también porque sus prestaciones -y en suma, las del equipo- se limitan. Así, si no llega en buen estado de forma al partido del sábado en Cornellá, no irá convocado, aunque pueda formar parte de la expedición para volver a sentirse futbolista. Eso sí, sea como fuere, lo que parece claro es que ya queda muy poquito para poder volver a ver al zaguero madridista sobre el césped.
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