Décimo aniversario de la 'Séptima'

Mijatovic escribió una página en la historia blanca





Ningún madridista puede borrar de la memoria aquel 20 de mayo de 1998. El Real Madrid, además de tener una cita con la Juventus, quería saldar una deuda con la historia blanca. Después de 32 años sin alzar una Copa de Europa, el equipo que entonces capitaneaba Jupp Heynckes, y en el que brillaba Pedja Mijatovic, consiguió terminar con la sequía europea del que terminó siendo el ”˜Mejor Club del Siglo XX”™.

El estadio Amsterdam Arena fue el encargado de acoger una final en la que se jugaban el honor dos grandes de Europa. Bayern Leverkusen y Borussia Dortmund habían sido las escenas previas al último acto. Un acto, en el que Pedja Mijatovic se reencontró con el gol, haciendo realidad la premonición de Fernando Sanz, a quién dedicó el gol el montenegrino. En el minuto 66, Mijatovic recogió un rechace tras un disparo de Roberto Carlos, dribló a Perucci y consiguió ”˜la Séptima”™ con su pierna izquierda.

Era la gran final, el momento más esperado desde 1966, y nadie se lo quería perder. Tanto que el propio héroe del partido jugó lesionado. Dos días antes del partido, Mijatovic había sufrido una pequeña rotura en el gemelo sóleo, lo que hubieran supuesto ocho días de recuperación. El montenegrino sólo tenía dos y decidió jugar lesionado, bajo el amparo del fisioterapeuta Pedro Chueca, quién no dudó en guardarle el secreto. Ni siquiera las medias hasta las rodillas que el jugador lució en el entreno previo al partido, levantaron las sospechas del técnico, por lo que no sólo jugó, sino que hizo al equipo ganador.




La Séptima Copa de Europa ha escrito una de las páginas más importante de la historia blanca, repleta de cifras y acontecimientos históricos. Manolo Sanchís, consiguió igualar a su padre, quién estuvo en la última final disputada. Sólo la familia Maldini había conseguido algo así. Manolo ”˜padre”™ ya no podría regodearse ante su hijo, quién finalmente consiguió superarle en trofeos eruropeos. Además, la celebración de ”˜la Séptima”™ ha sido la más multitudinaria en la historia del club. El equipo, que se repartió en varios coches descapotables para pasear por la Castellana madrileña, hasta llegar a Cibeles, colapsó la capital. En el monumento, les esperaban millon y medio de aficionados que coreaban: ”œSí, sí, sí, la Séptima ya está aqu픝.

No cabe duda que desde entonces, ninguna final, y ningún campeonato se ha vivido con tanta emoción e intensidad. Incluso diez años después, las imágenes ponen los pelos de punta a cualquiera. Ahora, el objetivo es conseguir la décima. Sólo Guti y Raúl, supervivientes de aquel partido, podrían engrosar su cuarta Copa de Europa, ahora Champions, en su palmarés.

La ficha:

1-Real Madrid: Illgner; Panucci, Hierro, Sanchis, Roberto Carlos; Karembeu, Seedorf, Redondo, Raúl (Amavisca m.47); Morientes (Jaime m.84) y Mijatovic (Suker m.88).

0-Juventus: Peruzzi; Torricelli, Montero, Iuliano, Pessotto; Di Livio (Tacchinardi m.46), Deschamps (Conte m.79), Zidane, Davids, Del Piero e Inzaghi.

Goles: 1-0, min 66 Mijatovic

Árbitro: Helmut Krug (Alemania). Mostró cartulina amarilla a Hierro, Roberto Carlos, Karembeu y Seedorf, del Real Madrid, y a Davids, del Juventus.


Estadio:
Amsterdam Arena