El Madrigal, puerto de media montaña

Si habláramos de ciclismo podríamos decir que el Real Madrid afronta en El Madrid su primera tachuela de la temporada. No es un puerto de primera, ni mucho menos de categoría especial, pero sí una buena piedra toque para comprobar el estado de las piernas de los ciclistas merengues.

En una Liga tan desigualada como parece que será la española esta temporada, cualquier partido medianamente complicado, máxime cuando se juega fuera de casa, puede marcar la diferencia en el mano a mano entre el Real Madrid y el Barcelona. La campaña 2009-10 puede volver a pasar a la historia por coronar al campeón con más puntos de la historia, pues no tiene mucha pinta que blancos y azulgrana se dejen empates y derrotas por el camino.

VELOCIDAD ARRIBA

Villarreal es una de esas plazas en las que Pellegrini debe demostrar que el Master en madridismo lo tiene aprendido. Y casi superado. Para ello utilizará el armamento pesado en el centro del campo, a pesar de la ausencia de Alonso, y lo fiará todo a las galguianas piernas de sus velocistas de delantera.

El pleno cosechado por los blancos hasta la fecha era poco menos que una obligación. La cantidad de goles a favor conseguida, no. Ahí sí puede apuntarse un tanto Pellegrini, aunque la inversión realizada lo permitía. Casi lo exigía. En el llano, este Madrid ha demostrado su poderío. Su pedaleo ligero e insultante. En la primera etapa de media montaña de la temporada deberán tirar de riñones. Mimbres tiene. Y piernas, por supuesto, también.